La nueva norma de contabilidad sobre alquileres

Si su empresa se ocupa de los arrendamientos, su equipo debe conocer bien la nueva norma de contabilidad de arrendamientos que le afecta. A partir de enero de 2022, las empresas deberán llevar un registro exhaustivo de los arrendamientos para cumplir con la norma. La antigua norma fue criticada por no exigir suficiente información sobre las operaciones de arrendamiento de una empresa, lo que daba lugar a diversas interpretaciones. En respuesta, el FASB emitió la Codificación de Normas de Contabilidad 842- Arrendamientos para abordar estas preocupaciones.

Antecedentes

En 2006, el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) y el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB) acordaron dar prioridad a la convergencia de la contabilidad de los arrendamientos. En ese momento, muchas empresas destacadas aprovecharon las lagunas de los antiguos contratos de arrendamiento estándar para mantenerlos fuera del balance, con el fin de sesgar los ratios financieros en una dirección más favorable. Debido a este abuso, la SEC envió una carta al FASB (Consejo de Normas de Contabilidad Financiera de EE.UU.) y al IASB (Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad), pidiéndoles que actuaran y desarrollaran una norma que reflejara con mayor precisión el verdadero pasivo de una empresa.

Lo que cambió

Con la antigua norma, sólo los arrendamientos de capital se anotaban en el balance, mientras que los arrendamientos operativos estaban fuera del balance, reflejados sólo en P&L (ganancias y pérdidas). Había umbrales estrictos (líneas brillantes) que clasificaban claramente cada arrendamiento como operativo o de capital.

Esta clasificación definitiva permitió a las empresas la posibilidad de estructurar los contratos de arrendamiento para calificarlos como arrendamientos operativos cuando, en el fondo, se asemejan más a un arrendamiento de capital. De este modo, se financia la adquisición de activos mediante deuda. Al clasificar estos arrendamientos como operativos, las empresas mantenían las futuras obligaciones de arrendamiento fuera del balance, lo que enmascaraba sus verdaderos pasivos y hacía que los principales índices parecieran más favorables.

Las nuevas normas exigen ahora que prácticamente todos los arrendamientos se reflejen en el balance. Se registra un “pasivo por arrendamiento” al inicio del mismo, y se introduce una nueva cuenta de activo de “derecho de uso” (ROU) para todos los tipos de arrendamiento. El cambio resultante tiene el mayor impacto en lo que antes eran arrendamientos operativos. Dependiendo del tamaño y la cantidad de los arrendamientos, el total de activos y pasivos de la empresa será mayor que en períodos anteriores.

NOTA FINAL

Decidir cómo aplicar y contabilizar la nueva norma es complicado y requerirá algo más que cambiar algunas líneas en una hoja de cálculo. La nueva norma podría añadir cantidades significativas a ambos lados del balance que antes no existían. Este cambio podría afectar directamente a los índices financieros relacionados con los acuerdos bancarios y obligar a un análisis adicional para futuras consideraciones sobre la compra o el arrendamiento de equipos. Si necesita ayuda, póngase en contacto con nosotros, Arias Leonor Servicios de Contabilidad. ¡Consulte con nosotros hoy mismo!